Resumen |
Este documento investiga como debería reaccionar la política monetaria a choques de petróleo. Para ello utilizamos un modelo microfundado con rigideces nominales en el que se usa petróleo como un insumo en la producción. Extendemos el trabajo de Benigno y Woodford (2005) para obtener una aproximación de segundo orden de la utilidad esperada del agente representativo en una economía en la que existen distorsiones en el estado estacionario y que recibe choques al precio de petróleo. El resultado principal es que, cuando el petróleo es difícil de sustituir en la producción, los choques de petróleo generan un dilema de corto plazo entre estabilizar la inflación y el producto. Entonces, resulta optimo para la autoridad monetaria estabilizar parcialmente los efectos de choques de petróleo en la inflación y se vuelve deseable mantener algo de volatilidad en la inflación. También encontramos, en contraste con Benigno y Woodford (2005), que este dilema persiste aún cuando eliminamos los efectos de las distorsiones monopolísticas del estado estacionario. Nuestros resultados muestran también como las mejoras tecnológicas que reducen la dependencia en el petróleo, reducen también el impacto de los choques de petróleo en la economía. Esto puede explicar también porqué los choques de petróleo tienen menor impacto sobre la inflación en los 2000s respecto a los 1970s. Debido a que el petróleo se ha vuelto más fácil de sustituir con otros recursos renovables, su impacto sobre la inflación también se ha reducido. |