Un día como hoy 9 de marzo, hace 96 años, se creó el Banco de Reserva del Perú, institución fundamental para el ordenamiento económico y que ha ido ganando reconocimiento como una de las más sólidas del país.

El primer Directorio

En su creación se le encomendaron diferentes funciones, como la centralización de la emisión de billetes y monedas; determinar la tasa de interés de redescuento para regular la disponibilidad de circulante conforme a las necesidades de la economía, entre otras.

Su Directorio estuvo integrado por personalidades talentosas del sector comercial y financiero.

De los diez integrantes, tres eran nombrados por el Gobierno, seis representaban a los bancos comerciales y una plaza estaba reservada en el caso de crearse una sucursal en el exterior. Los representantes designados por el Gobierno fueron Eulogio Romero (Presidente), Eulogio Fernandini (Vicepresidente) y William Cumberland. Los bancos por su parte designaron a los señores Carlos Espinoza, Juan Francisco Raffo, Genaro Castro Iglesias, Ismael de Idiáquez, Walter Justus y Pedro Larrañaga.


El Banco de Reserva inició el mismo año de su creación, la emisión de billetes bancarios, moneda fiduciaria que fue acogida sin resistencia dado el prestigio de su Directorio, según el historiador Teodoro Hampe. Así se restable el uso del papel moneda para darle dinamismo a las transacciones económicas.


En 1930, las difíciles condiciones económicas del país como consecuencia de la crisis mundial y el desorden interno, motivó a Manuel Olaechea, entonces presidente del Banco, a convocar a la Misión Kemmerer. Sobre la base de sus recomendaciones, en abril de 1931 se dio origen al Banco Central de Reserva del Perú. Su principal función fue la de mantener el valor de la moneda.

Durante los años siguientes, las funciones del Banco se fueron precisando en diferentes normas. La actual Constitución de 1993 establece que su finalidad única es preservar la estabilidad monetaria. Para cumplir con su misión, la Carta Magna le confiere autonomía en el marco de su Ley Orgánica.

Este marco legal ha hecho posible que en las últimas décadas el BCRP, a través de un manejo profesional logre la estabilidad monetaria. La inflación promedio anual de los últimos 21 años fue de un dígito, situación que no se registraba desde el inicio de la banca central en el Perú, período 1921-1940 cuando se tuvo años de deflación.

Asimismo, en los últimos años, la política monetaria se ha modernizado. En 2002 el Banco Central adoptó el Esquema de Metas Explícitas de Inflación por el cual fija un objetivo de inflación para anclar las expectativas inflacionarias de los agentes económicos.

Desde entonces, la inflación promedio anual ha sido de 2,9 por ciento, dentro del rango meta, y la más baja entre los países que siguen el mismo esquema en América Latina. Además, la dolarización del crédito –una de las vulnerabilidades de la economía peruana- se redujo desde más de 80 por ciento a inicios del año 2000 a 29 por ciento en la actualidad.

Estos aspectos se reflejan en las encuestas de opinión. Según Ipsos Perú, la opinión favorable sobre el BCRP por parte de los líderes de opinión llegó a 88 por ciento en 2017. Otra encuesta, de CCR a empresarios, muestra que el BCRP es la institución pública con el mejor desempeño el año pasado.