Resumen |
Una de las lecciones más importantes en la ciencia económica es que la productividad es la clave del
crecimiento. Y así ha sido en la historia económica del Perú, particularmente en la transformación
económica iniciada en los años 1990. La productividad, definida como el valor del producto por unidad
de insumo, comprende cuatro componentes principales: (1) la innovación, que consiste en la creación
de nuevas tecnologías, productos y procesos; (2) la educación, que disemina la innovación y desarrolla
conocimientos y habilidades; (3) la eficiencia, que procura el uso y distribución eficaz de los recursos
productivos; y (4) la infraestructura física e institucional, que otorga bienes y servicios públicos en apoyo
a la economía. A pesar del innegable progreso económico del Perú en los últimos 25 años, la mayoría de
áreas que afectan la productividad están todavía rezagadas. En comparación con los líderes regionales y
mundiales, el estado de la innovación, la educación y capacitación, y las instituciones gubernamentales
e infraestructura física es relativamente bajo. La eficiencia en la distribución de recursos se encuentra
en mejor posición, primordialmente como mérito del dinamismo del sector privado. Solo en la gestión
macroeconómica, el Perú alcanza niveles de la mayor calidad internacional. La estrategia para la mejora
en la productividad debiese ser distinta para cada uno de sus componentes. En innovación y en educación,
la estrategia correcta exige invertir más y con mejor criterio. En cuanto a eficiencia e infraestructura, la
estrategia requiere mejorar el uso de los recursos ya asignados. |